La experiencia del empleado, cada vez más en el centro de la estrategia de las empresas, plantea interesantes desafíos en esta etapa.
Cuando decimos que el bienestar se construye de manera multidimensional, no hablamos de aspectos que funcionan por separado. Por el contrario, somos un sistema con un funcionamiento orgánico y con un equilibrio donde cada dimensión impacta en el resto.
Estas cuatro dimensiones que distinguimos son la física, la psíquica, la social y el propósito o sentido. Mucho se dijo ya acerca de las dos primeras, cómo funcionan y de qué modo influyen en el bienestar, por lo cual vamos a poner el acento en las dos restantes.
Si hacemos zoom en lo social y tomamos lo que nos dice la ciencia al respecto, vemos que son clave los vínculos nutritivos, los vínculos significativos, no solo para el bienestar sino también para ser más longevos.
Al llevar esto a la organización, vemos una oportunidad enorme de trabajar con los vínculos y generar ambientes donde esos vínculos y las interacciones entre las personas sean saludables, propicien el bienestar.
Por otra parte, cuando desde esta concepción hablamos de social, no lo restringimos solo a los vínculos dentro de la empresa. Como dice Josh Bersin, en “La empresa social” el concepto de la responsabilidad social de la empresa comprende la posibilidad de acción en la familia y en la comunidad local.
En cuanto a la cuarta dimensión, el propósito, la ciencia también indica que es vital para nosotros tanto en la longevidad como en el bienestar, y es aquello que da sentido a lo que cada uno de nosotros hace dentro del ámbito organizacional: cómo impacta en mi equipo, en la empresa, por qué no, en la comunidad, inclusive en el planeta.
Cómo podemos entonces brindar a los colaboradores recursos, espacios, experiencias que contribuyan a su bienestar psíquico social en el marco de esta multidimensión. Nuestra propuesta es que estas experiencias que vamos a generar las integremos al ciclo de vida del empleado y hagamos que sean memorables
El concepto deriva del de user experience o de employee experience, y definimos la experiencia del empleado como todo intercambio que tiene la empresa con él: las personas: (los líderes, los colegas), las cosas: el sueldo que recibe, el auto, el curso de mindfulness, … Y también los procesos, cómo es evaluado, cómo es promocionado….. las oportunidades son enormes.
¿Por qué es interesante intervenir buscando experiencias de bienestar? Porque son la base de nuestras emociones y de la percepción que tenemos de cómo es trabajar en esa empresa, qué tan dispuesto estoy a quedarme, qué tan dispuesto estoy a recomendarla.
Las empresas que hoy son innovadoras, que son pioneras, colocan la gestión del bienestar en el centro de la experiencia empleado. Esto genera como consecuencia un mayor compromiso emocional, mejora los resultados del negocio y potencia lo atractivo de los talentos. La responsabilidad y decisiones relacionadas al bienestar son decisiones de alto management, se involucra en las decisiones estratégicas de las compañías.
Por Fabio Fabri, Socio de Consultoría de Auren y Lorena Loustau, consultora de Whalecom